La tarea educativa se encuentra inmolada constantemente por interrogantes como ésta que sugieren respuestas probablemente alarmantes para los docentes del siglo XXI. Sin embargo, en este camino trazado que pretende dar pasos hacia el constructivismo social, es necesario prepararse para situaciones hipotéticas inimaginables en el ámbito educativo, porque apoyar la teoría que afirma que es mejor tener un alumno activo en el aula, motivado al logro y dispuesto a dar un “magis” en todo lo que concierne a su formación, reta al docente a estar en la misma dinámica de dicho estudiante; de no ser así, perdería su autoridad como docente.
Pizarro (2012) expone en su ensayo sobre La planificación y evaluación educativa:
retos para el siglo XXI que “La
educación debe estar acorde con un estilo de vida que genere a un ser humano
más racional, ciudadano globalizado, capaz de ajustarse a los cambios producto
del contexto global y de su entorno, solidario, justo y feliz, tolerante en
consonancia o que se refleje en sociedad…” (pp.55). Esto demuestra que es urgente encauzar el modelo educativo con la dinámica del
momento histórico actual que, evidentemente, como lo han afirmado algunos
autores, indica que es necesario repensarse la escuela: ¿cuál es el perfil de
la persona que egresa del sistema educativo?, ¿responde a las expectativas que
los campos de trabajo tienen de las generaciones venideras?, ¿cuáles serán los campos de trabajo que
predominen en la siguientes décadas?; como país, ¿hacia dónde vamos?, ¿a qué
invita la dinámica mundial?, entre otras.
Si bien es cierto que la planificación es de suma
importancia para clarificar la intención educativa, también es importante haber
internalizado los paradigmas educativos a seguir, la caracterización de las
políticas educativas del país, el plan nacional que exponga lo que se desea lograr
en el ciudadano venezolano y todos los fundamentos filosóficos que orienten las
acciones hacia un mismo fin.
Si se publicara en los medios de comunicación: el gobierno ha
declarado que a partir del 2015 la
alfabetización y formación de las primeras etapas del individuo hasta la
adolescencia serán en casa y el representante estará obligado a responder
ante el Ministerio Popular para la Educación por el desarrollo de las
competencias de su representado. ¿Qué tendría que hacerse para lograr tal
propósito? Quizás lo primero que podríamos pensar es que se establecerían
programas de estudios que capaciten a los representantes para asumir esta labor.
No obstante, la comprobación de conocimientos
se realizará mensualmente en los centros educativos a los que ahora no van los
niños, niñas y adolescentes sino los representantes. ¿Qué podríamos pensar y
cuál sería nuestra opinión como sociedad al respecto?
Cada día aumenta la necesidad de personalizar la
experiencia del aprendizaje, de romper con la jerarquía profesor-maestro, de desarrollar
la tarea educativa en un sistema más abierto mediante un aprendizaje fluido y
multidireccional, donde el alumno pueda elegir la información con que desea
trabajar y compartir experiencia que le permitan descubrir su potencial.
¿Aprendizaje por descubrimiento? ¿Qué tan efectivo puede ser?
Hasta ahora es inconcebible desplazar algún modelo
educativo porque cada uno ha respondido a realidades históricas de épocas
específicas caracterizadas a su vez por un perfil social. Actualmente la
sociedad debería estar en una reflexión continua sobre los elementos venideros
para esta área.
Esta radiografía clarifica y permite comprender el nuevo contrato educativo el cual implica que la sociedad debe hacerse responsable
de un conjunto de tareas que hasta ahora la escuela estaba asumiendo. Los
espacios públicos de la educación ya han sido reconocidos, importa mucho que
ese 100% de las responsabilidades educativas sean distribuidas entre los
diferentes elementos de la sociedad.
¿Ya sabemos si los
padres educan a sus hijos y los educadores forman a los padres?
¡Tenemos tarea!
E-mail: azaliacrist@hotmail.com
Ciudad Guayana, 03 de diciembre de 2013
Excelente reflexión!!!
ResponderEliminar¡Hola Rosa Elena! Nos complace que te haya gustado la reflexión. Para mí como educador y como editor de este blog, la idea que nos plantea nuestra colega Azalia es innovadora. ¿Te imaginas que los educadores, en lugar de centrar nuestra atención en los niños, lo hiciéramos en los padres? Imaginar una sociedad donde sean los padres que vayan a la escuela en lugar de sus hijos, es una interesante manera de imbuirnos en el cambio. Puede que sea algo quimérico, pero vale la pena intentarlo.
EliminarSeguimos en contacto, aprendiendo y compartiendo.
¡Feliz día! =)