Hemos dicho que este lugar es abierto, plural, participativo y dinámico. Veamos qué significa cada uno:
- Abierto. Cualquier educador, o persona comprometida con la mejora educativa, puede publicar aquí. Aunque puede estar de acuerdo o no con el contenido o estilo del blog, tiene derecho a usarlo. Esté en el lugar geográfico que sea. Sólo deberá cumplir las normas establecidas.
- Plural. Cualquiera sea el credo religioso, la postura política, la orientación sexual, el paradigma educativo que defienda, la ideología o filosofía de vida que lleve, el estrato social al que pertenezca, el color de piel, entre otros, puede usarse. Los temas que aborde, son bienvenidos. Sólo deberá estar enmarcado en el ámbito de la educación.
- Participativo. Está pensado para que sean los educadores los que participen aquí. No debe esperarse que sólo el administrador sea el que publique o el que marque la pauta en los temas abordados. La actualización del espacio dependerá de la frecuencia con que nos hagan llegar sus aportes.
- Dinámico. Se pretende que cada semana haya novedades para compartir. No será un espacio más a la deriva en el ciberespacio; otro recurso desaprovechado. La interacción debe darse entre los visitantes y los autores de los trabajos; la presencia del moderador no es indispensable, aunque estaremos revisando con regularidad para verificar el cumplimiento de las normas básicas de convivencia y participación.
En ese orden, esperamos de los colegas que le saquen provecho a este blog. Que hagan aportaciones de la índole que sea, pero que esté relacionado con la educación. Que no se cohiban en enviar sus artículos, opiniones, trabajos, y cuanto material sea útil para darle forma y enriquecer el espacio.
A nuestro juicio, es urgente que los educadores superemos la actitud consumista y ese quietismo que sólo conducen al ya conocido estancamiento del sector educativo.
Es vital que no sólo consumamos información, elaboraciones y productos derivados de otras latitudes y de otras mentes, sino que también produzcamos y compartamos los nuestros. Sólo de esa manera lograremos mejorar y avanzar. Esto nos lleva a activar o reactivar nuestros talentos, a poner en marcha nuestra creatividad y comprometernos más con el país a partir de nuestra labor como aprendices, formadores y transformadores de conductas.
Recordemos la afirmación darwiniana según la cual no es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio. El siglo XXI nos lo exige y Venezuela lo necesita con urgencia.
¡Ánimo colegas! ¡Actívense! Los esperamos.
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