La primera vez que leí El Lamento de un Matemático de Paul Lockhart, lloré. Sentí mucha rabia, impotencia y tristeza. Aunque también sentí un alivio enorme, porque me sentí identificado. Con este ensayo confirmé que no estaba solo. Ni loco. Realmente sí había algo mal con la educación matemática.
Aunque la lectura podría resultar amarga, creo que es uno de los mejores escritos que he leído. Es una descripción muy acertada del la terrible y ridícula educación matemática que (¡aún!) tenemos. Es una crítica que incluso puede extenderse a otras áreas de la educación.
El sentimiento de identificación fue tal, que me propuse a traducir sus 25 páginas al español porque la versión "oficial" en español estaba restringida para ese entonces. Hice la traducción con el propósito de mostrarlo a las personas a mi alrededor y que por fin comprendieran lo que yo intuía desde hace años.
La realidad, sin embargo, me golpeó en la cara. Salvo dos honorables excepciones, nadie en mi entorno pareció interesarle el escrito. Incluyendo poco más de una docena de profesores a quienes lo envié. Sabía que no estaba solo en el mundo, pero estaba indescriptiblemente aislado de otras personas que me comprendían. Eso fue un gran trauma para mí en su momento (hace unos 4 años). Creo que lo he superado, aunque ese sentimiento de soledad "intelectual" me acompaña incluso hoy en día.
En fin, el ensayo podría calificarse como una larga queja que no hace propuestas para mejorar el problema. Sin embargo, eso no le quita legitimidad. El hecho de no aportar soluciones no significa que no tenga razón. Después de todo, como dice el mismo Lockhart, no es una crítica. Es un lamento. Y además, está muy bien escrito. Al menos yo, no pude evitar devorarlo la misma noche que comencé a leerlo.
Pueden descargar el ensayo en español de este enlace: El Lamento de un Matemático. Y en inglés, si prefieren la fuente original, aquí: A Mathematician's Lament
Les dejo algunas de mis citas favoritas (citaría todo el ensayo, pero ya no sería una cita. Y las negritas fueron añadidas por mi):
Una demostración debe ser una epifanía de los dioses, no un mensaje cifrado del Pentágono
¿Cuántas personas realmente usan estas “matemáticas prácticas" que supuestamente aprenden en el colegio? ¿Cree usted que los carpinteros están ahí afuera usando trigonometría? ¿Cuántos adultos recuerdan cómo dividir fracciones, o resolver una ecuación cuadrática? Es evidente que el actual programa de formación práctico no está funcionando, y por una buena razón: es terriblemente aburrido, y nadie lo usa de todos modos. Entonces, ¿por qué la gente piensa que es tan importante? No veo cómo se le hace un bien a la sociedad al tener a sus miembros caminando por ahí con vagos recuerdos de fórmulas algebraicas y diagramas geométricos, y claros recuerdos de odiarlos. En cambio, podría ser bueno mostrarles algo hermoso y darles la oportunidad de disfrutar siendo creativos, flexibles, pensadores de mente abierta – el tipo de cosas que la educación matemática de verdad puede proporcionar.
En particular, no puedes enseñar a enseñar. Las escuelas de educación no tienen sentido. Oh, puedes tomar clases del desarrollo inicial en la infancia y todo eso, y puedes formarte para usar un pizarrón “efectivamente” y para preparar y organizar tu “planificación de clase” (la cual, por cierto, asegura que tu clase será preparada, y por lo tanto falsa), pero jamás podrás ser un profesor de verdad si no quieres ser una persona real. Enseñar significa ser abierto y honesto, tener habilidad para compartir la emoción y el amor por aprender. Sin eso, todas las licenciaturas en educación de este mundo no podrán ayudarte, y en cualquier caso son totalmente innecesarias.
Tomado del blog Un punto circular el 12 de julio 2013
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